Breve ensayo sobre José Martí

José Martí, algunos rasgos de su pensamiento.

Quien ha leído la biografía de José Martí entenderá lo impetuoso que fue su vida y la intensidad con la que la vivió. Se ha escrito mucho al respecto. Tomos enteros dedicados a su vida y obra por parte de prestigiadas universidades tales como la de  la Habana, la UNAM y el Instituto de Estudios Martianos de Cuba por mencionar  algunas.  El presente escrito no pretende ser una biografía ni mucho menos un compendio de su obra, solamente un breve ensayo de su vida y pensamiento para entender porque constituye un legado ideológico   para los pueblos de América Latina. Su obra es  una herencia de honestidad intelectual y social, de congruencia entre el pensamiento y acción coinciden sus estudiosos. Su obra es cuantiosa en todos los ámbitos.
José Julián Martí Pérez nació en la Habana el 28 de enero de 1853.  El contexto de tiempo y espacio que enmarcan  los nacimientos definen el destino de las personas. Su adolescencia fue llena de crueldad, apresado y sentenciado fue desterrado de Cuba. Vivió en Madrid,  en Nueva York de donde   se trasladó a   Veracruz y a la ciudad de México. Recorrió el sureste de México, partió  a Guatemala vía  Puerto Progreso, Isla mujeres y Belice.  De ahí regresó a Cuba de donde fue deportado nuevamente a España, regresando a Nueva York para después partir hacia Venezuela.  Fue un viajero incansable obligado por las circunstancias. Este periplo marcó su ideología progresista y desarrollo su amor por los pueblos latinoamericanos,  impulsado por su humanismo, por su formación liberal y su instinto social.    
Como periodista colaboró con periódicos connotados de la época como el Partido Liberal de México, La República de Honduras, La Nación de Buenos Aires, El Economista Americano de Nueva York. Se tituló como Licenciado en Derecho y Filosofía y Letras por la Universidad de Zaragoza.  Fue docente,  impartió cátedra    en la Escuela Normal de Guatemala como maestro de literatura. Realizó muchos trabajos siempre enfocados hacia la academia e intelectualidad en los países donde vivió.
Martí fue un investigador social, vislumbró desde su perspectiva el divisionismo heredado a los pueblos latinoamericanos por el colonialismo español. Fue progresista, su espíritu estaba lleno de fraternidad hacia sus semejantes para quienes deseaba el bien común. Como patriota se apasionó por la libertad de todos los pueblos del mundo. Fue un humanista,  enalteció los sentimientos inclinados hacia la solidaridad  y  advirtió del peligro de  dejarse envolver con ideologías sin sustento. En su obra de teatro “Amor con amor se paga” estrenada en la ciudad de México expresó su humanismo  como fuente del amor entre los seres humanos. Concebía  la honradez como la capacidad de poder expresar lo que se piensa,  decía  que  un hombre que oculta lo que piensa o no se atreve a decir lo que piensa no es un hombre honrado.
El preclaro nace para serlo y José Martí nació para eso. Decía que  los desagradecidos hablan de las manchas y los agradecidos de la luz del sol comparando la perfección que debe lograr el ser humano. Admiraba a Bolívar y su sentimiento libertador,  sin embargo enfatizaba que un hombre solo  no vale nunca  más que un pueblo entero y que los que no quieren saber o educarse  son los de la raza mala y los sabios de la raza buena.
Señalaba que un escultor es admirable, pero esos hombres que hacen pueblos son como más que hombres. El hizo  de su pueblo cubano tierra fértil para sus ideas, las cuales sirven de  guía aún  para el  progresismo que se extendió a todos los países latinoamericanos. Era apasionado de la lectura como fuente del conocimiento y de la libertad de las ideas. Afirmaba que la única posibilidad efectiva de compensar la pérdida del humanismo es la lectura de obras que motiven la sana   y natural inquietud infantil y juvenil sin moralinas que agobien su desarrollo intelectual, esa es la edad de oro. Cuando no se ha cuidado el corazón  y al mente en los años jóvenes bien se puede temer que la ancianidad sea desolada y triste. (1)(Martí,1997).    El adolescente condenado a trabajos forzados en una cantera y acusado de conspirar contra el gobierno encontró en el ensayo el instrumento para expandir sus ideas filosóficas.
Explicó o concibió a la rebeldía como algo que  todo hombre debe tener ante la injusticia. Afirma “un hombre que obedece a un mal gobierno sin trabajar para que el gobierno sea bueno no es un hombre honrado. Un hombre que se conforma con obedecer leyes injustas y permite que pisen el país donde nacieron los hombres que lo maltratan no es un hombre honrado”. (2) (Martí, Textos de Combate, 1980)  
Tuvo una vida intensa, destinado a la inmortalidad José Martí cayó abatido en la Batalla de Dos Ríos en Cuba luchando por su patria a los 42 años. Su legado es valioso, lleno de ideas progresistas, de ideas de libertad para los pueblos de América. Sus obras y poemas son llenos de humanismo. Su casa en la Habana actualmente representa un espacio de estudio  para las generaciones de jóvenes y para poder entender su legado,  su vida y su obra.
Carlos Santander

Bibliografía

Martí, J. (1980). Textos de Combate. México: UNAM.
Martí, J. (1997). La Edad de Oro. México: Editores Mexicanos Unidos.


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